Desde San Pedro Sula a la gloria del béisbol: la historia inspiradora de Mauricio Dubón

En Honduras —un país donde el fútbol suele acaparar la atención, la pasión y el apoyo masivo— surge una figura diferente que está cambiando el panorama deportivo y sembrando un nuevo sueño entre los jóvenes: Mauricio Dubón.

Nacido en San Pedro Sula el 19 de julio de 1994, Dubón creció en un entorno donde el béisbol no tiene la visibilidad de otros deportes. Pero supo romper ese molde: con disciplina, perseverancia y talento, dejó Honduras en su adolescencia para perseguir su sueño en los Estados Unidos y hoy es campeón de la World Series (2022) y ganador de dos Guantes de Oro (2023, 2025). 

Desde muy joven, Dubón mostró que tenía algo especial. A los 15 años, gracias a una misión cristiana que le ofreció la oportunidad de estudiar y jugar en Sacramento, California, aceptó el reto de dejar su país y adaptarse a una nueva vida. 

Fue seleccionado en la 26ª ronda del draft de la Major League Baseball por los Boston Red Sox en 2013. 

Hizo su debut en Grandes Ligas el 7 de julio de 2019 con los Milwaukee Brewers, siendo solamente el segundo hondureño en llegar a ese nivel, y posteriormente jugó para los San Francisco Giants antes de incorporarse a los Houston Astros. Y fue con Houston donde escribió historia: en 2022, se convirtió en el primer hondureño nacido y criado en Honduras en jugar y ganar la Serie Mundial. 

Más allá del logro colectivo, el rendimiento individual de Dubón también resalta por su calidad y constancia. Sus dos Guantes de Oro lo posicionan como referente defensivo en su posición:

• Ganador del Guante de Oro en 2023, siendo además el primer hondureño en lograrlo. 

• Repetido ganador en 2025. 

Estos reconocimientos hablan de un trabajo silencioso, de preparación constante, de aprendizaje día a día en campos donde el margen de error es mínimo.

¿Qué significa esto para los jóvenes de Honduras?

1. Romper barreras: En un país donde el fútbol es casi ley, Dubón demuestra que otro camino es posible, que “lo que no se ve” puede abrirse paso con esfuerzo.

2. Trabajo y humildad: Su trayectoria nos recuerda que llegar a la élite no sucede de la noche a la mañana, sino con decisiones valientes —como Mudarse, adaptarse, persistir.

3. Orgullo nacional: Cada vez que Dubón pisa el diamante, lleva consigo no solo un uniforme profesional, sino el nombre de Honduras. Eso inspira, une y levanta.

4. Consistencia vs. éxito efímero: Ganar la Serie Mundial y los Guantes de Oro son hitos impresionantes, pero lo más importante es cómo mantiene su nivel, cómo mantiene la mentalidad para seguir rindiendo.

Mauricio Dubón no es solo un jugador de béisbol que alcanzó la gloria —es un ejemplo viviente de lo que puede lograrse cuando el talento se une a la determinación, cuando se desafía lo convencional y cuando se representa a una nación que pocas veces ve triunfar a sus hijos en ese deporte tan poco apoyado. Que su historia sirva para que cada niño en Honduras que toma un bate o un guante diga: “yo también puedo llegar ahí”.

En un país donde el fútbol acapara portadas, que ahora también se hable de béisbol gracias a él, es motivo de esperanza.

Y el mensaje es claro: no importa de dónde vengas, lo que importa es adónde te diriges.