top of page

Santos Guardiola está por recibir un nuevo liderazgo, pero no el tipo de cambio por el que la población votó

La carrera por la alcaldía de Santos Guardiola ha sido una de las contiendas más cerradas de las elecciones generales de este año. Con un 79.31% de las actas contabilizadas hasta el mediodía de hoy, la ventaja se inclina hacia el Partido Nacional, dejando al Partido Liberal apenas detrás. Para muchos isleños, este momento se siente histórico. Después de 12 años consecutivos bajo la misma administración liberal, un cambio de liderazgo es algo que la comunidad ha estado esperando—y exigiendo—desde hace mucho tiempo.


Fotografía por Javier Tejeda.
Fotografía por Javier Tejeda.

Por muchos años, los residentes expresaron una frustración constante ante la corrupción, la mala administración y los conflictos internos dentro de la municipalidad. Muchas de esas denuncias venían de personas que trabajaban dentro de la misma administración. El deseo de un cambio real es profundo, y la posibilidad de un nuevo liderazgo trae alivio para quienes se sintieron ignorados o excluidos durante tanto tiempo. En ese sentido, la transición parece significativa.


Pero no todo cambio es automáticamente positivo, y la trayectoria actual plantea preguntas difíciles —preguntas que importan no solo para el futuro de la municipalidad, sino también para el ambiente de la isla y para las personas que dependen de él.


Hace unas semanas compartimos la historia del desastre ambiental en Camp Bay, donde el inversionista Scott Miller, de Arizona, realizó un desarrollo sin los permisos ambientales requeridos ni los estudios necesarios. Cuando llegaron las lluvias, el lodo de ese proyecto terminó directamente en el mar. Las imágenes fueron devastadoras: tomas de dron, videos submarinos y fotografías mostrando el sedimento nublando el agua y sofocando el arrecife. Era imposible ignorarlo.


Tras la publicación del artículo y otros contenidos sobre este desastre, se llevó a cabo una reunión virtual transmitida en vivo por nuestra página de Facebook, con la participación de BICA, el Parque Marino de Roatán, el BIHCPS y el ICF. Durante esa discusión, un representante del Marine Park explicó con detalle por qué el lodo provocó la asfixia del arrecife y por qué el daño podría ser duradero. La conversación dejó claro que Camp Bay no es el único lugar en riesgo. Hay varios problemas ambientales similares surgiendo a lo largo de la isla, vinculados a desarrollos que ignoran sus consecuencias.


Aquí es donde la política y la protección ambiental chocan—y donde la historia se vuelve más compleja.

Scott Miller no es ajeno a la política local. Ha sido amigo y simpatizante del candidato del Partido Nacional durante muchos años, e incluso recaudó fondos para su campaña. En este ciclo electoral, Miller envió un mensaje en un chat privado instando a inversionistas a ayudar a reunir $160,000 en seis semanas para la campaña de este candidato. En su mensaje, enfatizaba que tenerlo como alcalde era esencial para “proteger y hacer crecer nuestra inversión compartida en la isla”. Su mensaje dice lo siguiente:


“Estas próximas elecciones son demasiado importantes para quedarse callados. Necesitamos recaudar $160,000 con urgencia en las próximas seis semanas y recurro a ustedes para pedir su apoyo. Tener a Sterling en la alcaldía no se trata solo de política, se trata de proteger y hacer crecer nuestra inversión compartida en la isla. Con el liderazgo adecuado, especialmente en el extremo este de Santos Guardiola, tenemos la oportunidad de desarrollarlo de la manera correcta: mejorando la infraestructura, apoyando un desarrollo responsable y mejorando la calidad de vida para todos. No podemos garantizar una victoria, pero con su ayuda, Sterling tiene una verdadera oportunidad. Tiene una visión sólida y grandes planes para el extremo este, pero necesitamos financiar su campaña para que esto sea posible. Por favor infórmennos con cuánto podemos contar antes de que termine el mes. Cada contribución, grande o pequeña, hace la diferencia. Gracias por apoyarnos. —Scott.”
ree

Scott destacó metas como mejorar la infraestructura, apoyar un desarrollo responsable y elevar la calidad de vida para todos. Pero muchos locales e inversionistas señalan que esas promesas no coinciden con lo que han vivido en la práctica. Algunos inversionistas afirman que sus propiedades sufrieron daños serios por el lodo durante las lluvias, algo que consideran que pudo haberse evitado con la infraestructura adecuada. También se han cuestionado las prácticas de “desarrollo responsable”, ya que varios de sus proyectos avanzaron sin las licencias ambientales que normalmente se requieren. En lugar de seguir todo el proceso legal, terminó pagando multas —algo que, según varios observadores, parecía anticipado desde el inicio. El lodo de esas obras llegó hasta la playa en Camp Bay, sofocó parte del arrecife cercano y también terminó en propiedades vecinas. Para muchas personas que han estado viendo todo este proceso de cerca, la idea de “mejorar la calidad de vida” suena desconectada de la realidad que han vivido. Desde su perspectiva, los beneficios no han llegado a la comunidad, sino únicamente al desarrollador.


Uno pensaría que después de todo lo ocurrido, el equipo detrás de estos proyectos detendría sus actividades para corregir el rumbo. Ya habían consultado a varias organizaciones para comenzar el proceso adecuado, pero en lugar de pausar, el movimiento continúa. Esta misma semana, Miranda Tate —la agente inmobiliaria traída desde Arizona— anunció que cerró la venta de un lote en Sunset Vistas el 20 de noviembre y lo promocionó en redes sociales. En su publicación, presentó a Roatán como mucho más que un destino turístico, llamándolo una “increíble inversión” y destacando que aquí está la segunda barrera coralina más grande del mundo, con vida marina vibrante y buceo y esnórquel incomparables. Para los isleños que vieron ese mismo arrecife cubrirse de sedimento durante las lluvias y finalmente morir como consecuencia, el contraste fue difícil de ignorar. También habló de beneficios fiscales, incentivos de inversión y de “mejoras en infraestructura”, especialmente en las zonas desarrolladas por el inversionista estadounidense con quien trabaja. Pero en la isla, muchos residentes y organizaciones han señalado que esos proyectos avanzan sin las licencias ambientales requeridas, con prácticas que consideran poco éticas y dañinas para el ecosistema.


ree

Volviendo a este candidato en cuestión, él también viajó a Arizona durante la campaña para reunirse con inversionistas. Muchos lo vieron en línea. Esta no fue su primera visita: ya había estado allí previamente en 2021, también reuniéndose con inversionistas, lo que demuestra aún más que apoya estos proyectos, sin importar si se realizan de manera ética o legal. La relación entre ambos hombres es establecida y de larga data.


ree

Esa conexión es lo que genera una gran alarma.

Aunque los votantes puedan sentirse aliviados ante la idea de ver al Partido Liberal fuera del poder después de 12 años, el candidato que se perfila para asumir es alguien alineado abiertamente con el mismo desarrollador responsable de uno de los desastres ambientales más graves en la historia reciente de Santos Guardiola. Este candidato ha promovido el desarrollo como una prioridad clave, pero estos eventos nos obligan a preguntar: ¿desarrollo a qué costo y en beneficio de quién?


Del 4 al 7 de diciembre, Miller tendrá a uno de sus inversionistas llegando a la isla de Roatán, trayendo consigo un recorrido de inversión con el objetivo de adquirir aún más desarrollos que muchos consideran poco éticos. Residentes de Santos Guardiola han confirmado que han alertado a las autoridades nacionales sobre este asunto, ya que el gobierno local no tiene la capacidad de resolverlo.


Este momento exige un nivel de conciencia de la comunidad que va más allá de los colores políticos. Un nuevo alcalde no garantiza automáticamente desarrollos más seguros, supervisión más estricta ni protección de los ecosistemas de la isla. Si la municipalidad se convierte en promotora de los mismos proyectos que amenazan el medio ambiente, los residentes no pueden depender únicamente del gobierno local para proteger sus recursos.


Aquí es donde la responsabilidad vuelve a recaer sobre el pueblo.


Los isleños deben mantenerse vigilantes. Deben reportar las violaciones ambientales no solo a nivel local, sino directamente a las autoridades nacionales, las instituciones capacitadas para intervenir incluso cuando un municipio no lo haga. Deben documentar, denunciar y seguir alzando su voz, tal como hicieron cuando se publicaron las imágenes de Camp Bay.


Estas elecciones marcan un punto de inflexión. Existe esperanza en la posibilidad de cambio, pero también hay peligro en la dirección que puede tomar el desarrollo. La isla se encuentra en una encrucijada donde las decisiones que se tomen hoy determinarán la costa, el arrecife, las comunidades y los medios de vida de las generaciones por venir.


Fotografía por Javier Tejeda.
Fotografía por Javier Tejeda.

Si te importa tu isla, ahora es el momento de mantenerte atento y comprometido. Si eres testigo de construcciones no reguladas, desmonte de tierras, lodo u cualquier actividad que amenace a tu comunidad o al entorno marino, repórtalo de inmediato a las autoridades ambientales nacionales. Mantén registros. Toma fotos. Alza tu voz. Comparte la información. Exige transparencia. Exige cumplimiento de la ley.


No importa quién se convierta en alcalde, la protección de Santos Guardiola dependerá de la vigilancia de su gente. El cambio está ocurriendo, pero depende de todos nosotros asegurarnos de que sea un cambio que proteja la isla, y no uno que la ponga en riesgo.

 
 
 

Comments


Top Stories

Stay updated with the latest news from the Bay Islands + beyond. 

Follow us on:

  • Youtube
  • Facebook
  • Instagram
  • TikTok

© 2025 ARC+ News. All rights reserved. ARC+ News is not responsible for the content of external sites. 

bottom of page