El Partido Liberal entra en crisis interna en plena incertidumbre por la presidencia

A dos semanas de la elección presidencial del 30 de noviembre de 2025, Honduras aún no tiene un presidente electo oficialmente. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ordenó un escrutinio especial para revisar miles de actas con inconsistencias, lo que mantiene la incertidumbre sobre quien asumirá la presidencia a partir de enero. Según el último balance oficial, Nasry “Tito” Asfura, candidato del Partido Nacional, encabeza el conteo con una estrecha ventaja sobre Salvador Nasralla del Partido Liberal. Esta situación ha generado tensiones políticas a nivel nacional.

Dentro del Partido Liberal, la situación está marcada por divisiones profundas sobre cómo reaccionar ante este escenario.

El diputado electo Rashid Mejía ha pedido a sus compañeros no dejarse arrastrar por lo que llamó “la trampa de Mel Zelaya” —una referencia al expresidente y figura influyente del Partido Libre— argumentando que ciertos actores pretenden usar al Partido Liberal para intentar anular las elecciones y luego culparlo por el fracaso del proceso. Mejía ha insistido en que los liberales deben mantener una postura legal y evitar maniobras que puedan interpretarse como ilegales o partidistas.

"Yo no le debo mi candidatura ni a Iroshka Elvir ni a Salvador Nasralla. Yo le debo a la gente que confió en mi y voto por mi. Mi compromiso es por el país. No caeré en negociaciones ni en traiciones" expresó Mejía.

Por su parte, Julia Talbot, dirigente dentro del partido, ha asegurado que hubo intervención de personas alineadas con Libertad y Refundación (Libre) en espacios donde los liberales esperaban trabajar el proceso. Según Talbot, Iroshka Nasralla, esposa de Salvador Nasralla, habría desplazado a miembros liberales de ciertas actividades para dar lugar a personas ajenas al Partido Liberal que, según ella, actuaron de manera desordenada y complicaron el avance del escrutinio especial. Talbot enfatizó que los liberales “genuinos no se prestan a ilegalidades”.

También se ha criticado la conducción de algunas sesiones internas, argumentando que aunque corresponde a Roberto Contreras liderarlas, fue Iroshka Nasralla quien dirigió el proceso en su lugar. Las declaraciones de Talbot sugieren que hay descoordinación y conflictos de liderazgo dentro del partido.

En ese mismo contexto, Roberto Contreras ha salido públicamente a advertir que expulsará de las filas liberales a cualquier diputado, candidato o alcalde que entre en negociaciones con Libre. Contreras ha dicho claramente que no hay autorización para alianzas con Libertad y Refundación mientras persista la disputada situación electoral, marcando una postura firme frente a lo que considera intentos de negociación que podrían perjudicar al partido.

A nivel nacional, los resultados preliminares oficiales muestran que Nasralla ha estado muy cerca de Asfura en el escrutinio del CNE, y en varios momentos del conteo llegó a mostrarse ligeramente por delante en los números oficiales, aunque estos siguen abiertos hasta que terminen de verificarse las actas pendientes.

Este ambiente de tensión electoral se ha reflejado también en la polarización y en la forma en que diferentes sectores políticos han reaccionado a los retrasos y la falta de resultados definitivos. La división interna del Partido Liberal ocurre en medio de una disputa más amplia sobre cómo defender la integridad del proceso sin caer en confrontaciones que puedan perjudicar tanto al partido como al país, en un momento en que la estabilidad democrática de Honduras está siendo objeto de amplio escrutinio público y mediático.